La corona portuguesa celebra una boda por todo lo alto
Conoce los detalles de la celebración de la duquesa de Coimbra y Duarte de Sousa Araújo. La primera boda real en el país europeo después de 28 años.
La corona portuguesa celebró la unión de la duquesa de Coimbra, María Francisca, con Duarte de Sousa Araújo, un abogado de prestigio. Si te sorprende no saber nada sobre la futura sucesora al trono, no te preocupes, no es común que se hable de esta dinastía. Ella es una chica que vive su vida en la corona con mucha reserva, aunque su boda fue todo menos discreta. Aquí los detalles de la novia y la celebración.
La familia real y la celebración
Maria Francisca de Portugal es la segunda hija de Duarte Pío e Isabel de Herédia, duques de Braganza. La unión se celebró por lo alto con toda la familia real, en una pequeña villa cercana a Lisboa.
Look de la novia
La selección nupcial fue un vestido de novia corte princesa inspirado en el que utilizó su madre en su enlace nupcial en el año 1995. Además, la icónica firma Luzia do Nascimento creo un diseño con detalles sutiles y confeccionado con seda. Cuenta con manga larga y un escote en forma de V, ideal para alargar la figura.
Un toque super especial y tradicional de la real corona portuguesa, fue que la futura reina entró velada al convento. Por otra parte, la selección de diseño fue un acierto total, confeccionado de tul de seda en tonos blanco con una gran tiara.
La tiara
Como sabemos las familias reales cuentan con tiaras y coronas históricas, era más que evidente que en este caso no nos iban a desilusionar. La tiara seleccionada por la infanta fue una creación de 1887 creada especialmente para Amelia de Orleans familiar de la novia, elaborada con 800 diamantes engastados con plata y oro.
Joyería de lujo
Cumpliendo con el lema de utilizar algún regalo en las bodas, la infanta opto por portar los pendientes que también lució su madre en su boda. Se puede decir que la corona portuguesa es amante de las tradiciones ya que hasta el propio anillo de compromiso cuenta con una historia única. En la sortija se engasto un diamante que le pertenecía a la abuela de la infanta que se llama de igual forma María Francisca.
Fue una boda lujosa y al mismo tiempo discreta. Una celebración llena de familia y seres queridos de la feliz pareja.
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