Marchesa debuta en Europa en Valmont Barcelona Bridal Fashion Week
Con piezas etéreas, románticas y bien trabajadas, la colección nupcial de la firma neoyorkina pisó por primera vez tierras europeas en el mejor lugar: la pasarela de la Barcelona Bridal Night
Si hay algo que ha distinguido a Marchesa durante sus 15 años de existencia, ha sido la capacidad de combinar la fantasía con la feminidad, la sensualidad y la elegancia, y su colección bridal 2020 nos lo recordó de la mejor manera posible y en el escenario perfecto: los jardines del Palacio Real de Pedralbes.
Todo comenzó con una pieza espectacular: un vestido de corte clásico pero con aplicaciones en flores de tul y pedrería al extremo, que le aportan movimiento y volúmenes irresistibles, con unas inesperadas mangas tres cuartos finalizadas con olanes en el mismo material, y unos aretes oversize que le daban un toque de alta costura y lo complementaban a la perfección.
Antes de que pudiéramos recuperar la respiración, Georgina Chapman y Karen Craig nos limpiaron el paladar con un vestido más sencillo pero mucho más sexy: una prenda entallada con aplicaciones en encaje y organza, y unas mangas de olanes caídas al hombro en un guiño sensual indiscutible.
Después, un vestido recto con escote pronunciado y aplicaciones en perlas, brillantes y flores impactó al ser acompañado con una capa de tul, la inesperada versión de un velo que las diseñadoras explotarían al máximo hasta el final del desfile.
Los siguientes atuendos jugaron algo más con los dos extremos: desde un vestido en morado polvoso con plumas, olanes y lazos, hasta un vestido satinado clásico con el único detalle de unas mangas cortas, y de vuelta a las capas, las flores, los brillos y los encajes.
Se trató de un desfile abrumador, de la mejor manera, pero la obra magna fue, sin duda alguna, el vestido de cierre: un ballgown completamente cubierto de aplicaciones en tul y encaje, con dimensiones impresionantes, escote de corazón, mangas a hombros caídos y un velo con detalles de flores que dejaron a la audiencia con la boca abierta y el corazón listo para casarse… o por lo menos para comprar un vestido Marchesa. Sin duda un protagonista inolvidable para la Barcelona Bridal Night.
