¿Y quién inventó el jabón? La fascinante historia de este básico
Ahora podemos disfrutar de él en muchas formas y aromas. Su historia es asombrosa.
Los hay de todos tamaños, colores y ¨sabores¨. Artesanales, poderosos, neutros… Es normal tenerlo en todos lados y es algo de primera necesidad. Ahora es el héroe silencioso durante la pandemia, porque usarlo con frecuencia es la medida más efectiva para evitar contagios. Entonces no podemos evitar preguntarnos: ¿y quién inventó el jabón?
El origen del jabón tiene varias teorías. Algunas apuntan a unos tarros de arcilla de origen babilónico de 2800 a.C.. En sus inscripciones se describen la mezcla de grasas hervidas con cenizas. La primera receta conocida se compone de una cuarta parte de grasa y seis cuartas partes de potasa.
Las teorías de Galeano fueron fundamentales. Él describe el empleo del jabón como medio curativo, para la higiene personal o el lavado de ropa.
Según documentos encontrados en Irán, el jabón era útil para remover la grasa de los mamíferos de las hilos, lo que permitía tejerlos más fácilmente.
Por su parte, el historiador romano Plinio el Viejo menciona al jabón, como palabra, en su obra Historia Naturalis (donde se narraba todo el conocimiento de la época). Apuntó que los celtas lo obtenían de ka grasa de cabra y las cenizas de abedul, mientras que los galos del sebo de jabalí y los residuos de la combustión del haya.
Los fenicios preferían la grasa vegetal en lugar de animal y su preferida era la del aceite de oliva. Y este, al parecer, es el origen del jabón de Alepo, famoso hasta nuestros días porque no tiene conservadores y eso lo hace apto para todas las pieles. Tiene también hojas de laurel, lo que hace que su textura sea cremosa y su aroma, una delicia.
más importantes para frenar el contagio del Covid.
Otras fuentes sobre el origen del jabón apuntan al monte Sapo, muy cerca de Roma. Ese era el lugar donde se quemaban los animales que los fieles ofrecían como ofrenda a los dioses. La grasa de estos y la mezcla de las cenizas bajaban por las laderas y las mujeres, que iban a lavar, se percataron que la mezcla limpiaba la ropa de manera extraordinaria.
Finalmente los musulmanes, a las orillas del río Guadalquivir, empezaron a producir el jabón. Enviaban sus productos a la alta sociedad de Francia, España e Italia. Se convirtió en algo indispensable en los tocadores de la alta sociedad.
Y así se popularizó
Según se lee en Todo sobre jabones de Leda Abud (Albatros) en 1783 surgió, por un accidente, la reacción que se usa hasta el día de hoy. El aceite de oliva, hervido con el óxido de plomo, resulta en glicerina. En 1791, el químico francés Nicolas LeBlanc inventó un proceso para obtener carbonato de sodio y entonces las cenizas ya no eran necesarias.
Desde entonces, el jabón es un producto de primera necesidad y no nos podríamos imaginar el día a día sin él. Ahora, en tiempos de pandemia, su uso es fundamental para evitar contagios.
Ahora ya conoces la historia del jabón (o al menos lo más importante de ella). Vale la pena saber de dónde vienen los productos que hoy en día salvan vidas, ¿no crees?
Relacionado:
Nupcias Magazine La revista de novias líder en México, donde encontrarás todos los tips para tu boda.