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Lecciones valiosas de las bodas gay

15-05-2017, 3:12:28 PM Por:
nupcias.mx

Aquí algunos datos duros y enseñanzas que los matrimonios homosexuales nos han dejado.

En medio de la histeria colectiva acerca de la legalización o, peor aún, la moralidad de los matrimonios homosexuales –el tema ha polarizado la opinión de los mexicanos, no solo por su ideología personal, sino por la abierta oposición de la Iglesia Católica–, hacemos una tregua para rendirles tributo.

Porque si hablamos de bodas originales y equitativas en cuestión de género, las protagonizadas por personas del mismo sexo se convierten en inspiración absoluta.

“Las parejas LGBTQ y las heterosexuales comparten necesidades fundamentales en la planeación de su enlace, pero varía la expresión individual de los rituales del día del casamiento”, señala Bernadette Smith, wedding planner experta en nupcias de este tipo, durante su conferencia en CASAR el pasado febrero. “Al ser un acto poco tradicional por sí mismo, ¡todo se vale!”.

Para empezar, no hay reglas sobre quién le pregunta a quién si desea casarse. Lo hace el que lo siente primero y punto. Y no es poco común que ambos miembros de la pareja lleven anillos de promesa. También es probable que prescindan de las despedidas de solteros que subliman las “virtudes” estereotipadas de cada sexo: las mujeres a la casa y, los hombres, al bar. No, ellos arman un grupo mixto, por lo general, y festejan a su antojo.

En el gran día, procuran mantenerse fieles a su propio estilo y llevar aquello que los hace sentir felices, sin más. Ellas, con vestidos pomposos de color rosa pastel o en impolutos tuxedos blancos; ellos, con divertidos trajes a juego o haciendo alarde de su buen gusto con prendas clásicas y perfectamente cortadas.

Si la comunidad gay tiene algo claro es que hará las cosas a su manera, iniciando por el camino hacia el altar: que si lo hay, será doble y lo recorrerán individualmente, como representación de los dos que se vuelven uno.

¿Banquete? Ellos prefieren llamarlo fiesta y celebrarlo donde les plazca. Lo mismo da si es en el jardín de sus mejores amigos o en una estación de tren abandonada. Lo importante es crear una atmósfera íntima. Por eso, la mayoría elige el petit comité y renuncia a invitar por obligación (¡los clientes de sus padres y tías que incomodan no son negociables!).

El resultado es, cuando menos, transgresor: los dos en una mesa, como anfitriones, sin complejos. Sin compromisos ni protocolo. O con el protocolo que ellos deseen marcar. ¿No deberíamos todos seguir su ejemplo?

¿Qué es CASAR?

Dos veces al año, 50 proveedores top de la Riviera Maya se dan cita en el lujoso complejo Mayakoba para mostrar sus propuestas desde su stand y en una fake wedding. El objetivo es ayudarte a organizar tu enlace sin esfuerzo y en solo un n de semana.

También hay talleres y conferencias increíbles para brides-to-be y profesionales de la industria. La próxima edición se llevará a cabo el 17 y 18 de agosto de 2017. Aquí todos los detalles.

Relacionado: Las 10 preguntas que no debes hacer en una boda gay 

[Este texto es una extracción del artículo original publicado en la revista Nupcias número 124 edición abril – mayo.]

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autor Feminista, romántica incurable y adicta a la moda.